Carta a mí...

Carta a mí...

Se que te parecerá extraño, pero soy tú en unos años y me encantaría que supieras que...


Cuando pienso en la posibilidad de volver en el tiempo y hablar conmigo, descubro la capacidad que tenemos de castigarnos y criticarnos por nuestros fracasos, construyendo así todos esos pensamientos actuales autoderrotistas. Sin embargo, también tenemos una increíble capacidad de reescribirlos como parte de los logros que ahora hemos conseguido.


Nuestro cerebro, inteligencia, conciencia y memoria, características que nos separan de otras especies, también nos brindan el potencial de recuperar nuestros recuerdos y revivir las emociones de esos momentos. Como no recordar ese momento en que esa decisión se volvió una mala nota, un despido, una renuncia, una quiebra o se volvió una separación; es en ese momento que creemos tener la necesidad de etiquetar el momento como una mala, terrible o estúpida decisón, tan solo una palabra que convierte todo el evento en una evidencia para justificar la forma en que actualmente nos reprendemos, exigimos o saboteamos.  


Pero tienes la capacidad de recordar y recontarte el recuerdo, cambiar la narrativa e incluso experimentarla como una parte importante de tus logros actuales.  Como esa ruptura que conllevó a una serie de decisiones que te han hecho la persona que eres ahora, que te permitió la entrada de alguien más en tu vida y dará la posibilidad de crear esa hermosa familia, sino es que ya lo hizo.  O acaso esa mala nota que te ayuda a darte cuenta de tu verdadera vocación al darte cuenta de las otras notas en que destacabas y después de un vuelco en tu vida lograste desarrollarte y encontrar lo que realmente amas.


Qué tal que ese momento en que lo creías inoportuno y te despidieron fue la más increíble oportunidad para tener el tiempo que necesitabas para tus proyectos, para invertir en ti, en tus ideas y en desarrollar tu negocio. O ese momento en el que te descubres junto a alguien con quien has vivido la mayor parte de tu vida adulta pero que tienes que volver a conocer ahora que tus hijos parten, y te das cuenta que elegiste el camino de volver a conocerla.


Recuerda cada evento por más difícil va a ser un recuerdo, va a ser pasajero, podrá ser recontado y solo es necesario encontrar el giro adecuado una vez para que la nueva historia tenga sentido. Tú eres el narrador de tu historia.


Psic. José Luis Gutiérrez Pacheco 


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